Yo pienso que el mestizaje es y fue muy bueno, porque con eso las distintas rasas de personas se comunican a través de diferentes lenguas y religiones, en general se comparten todo.
El mestizaje es el encuentro biológico y cultural de etnias diferentes, en el que éstas se mezclan, dando origen a nuevas razas. Se utiliza con frecuencia este término para describir el proceso histórico sucedido en Iberoamérica que la llevó a su estado racial y cultural actual. Sin embargo, puede también referirse a otros pueblos que hayan atravesado un proceso de encuentro entre varias etnias, en lugares como Filipinas, Sudáfrica o Estados Unidos
En la historia de las naciones modernas, el mestizaje fue atravesado por numerosos factores, como el clima, las particularidades culturales de cada comunidad, u otros aspectos que provocaron que en diferentes regiones dentro de un mismo país, el mestizaje haya sucedido en diferentes ritmos y grados de profundidad. El ejemplo latinoamericano es notable, puesto que ejemplifica una mezcla étnica expandida por gran parte del territorio.
El mestizaje ha sido uno de los temas fundamentales en los continentes americanos pero especialmente en América Latina. Esta característica de fusiones culturales, ha sido acogida en las últimas dos décadas para explicar el fenómeno de la pluralidad en Iberoamérica. Así mismo, esta misma ideología le ha dado fuerza a la teoría de que detrás de la percepción de la sociedad como producto del mestizaje existe un fenómeno enmascarado de racismo y exclusión. Este último punto se refleja en el hecho que estudios recientes tienden a llamar la atención sobre la necesidad de reformar el derecho para poder hacer frente a una realidad antes inexistente o ignorada: la pluralidad de la sociedad.
La idea del mestizaje, según algunos estudiosos, ha sido utilizada por los gobiernos y las élites latinoamericanas para ocultar indicios de discriminación racial y racismo en el continente. Utilizando términos de Stanley Cohen, Ariel Dulitzky argumenta que existen tres tipos de formas en que la discriminación racial y el racismo son negadas en el continente: la negación literal, la negación interpretativa y la negación justificada. La primera de éstas se da cuando los gobiernos niegan que cualquier tipo masivo de discriminación racial y racismo se dé en sus países.
Una forma clara de negación literal es mediante el uso de la idea de mestizaje. A través del discurso de igualdad de razas en el continente, la percepción de que todos pertenecemos a una sola raza “mestiza” que tiene los mismos ancestros ayuda a reforzar la imagen de que no existe el racismo puesto que ni siquiera existen razas diferentes. Esta noción ayuda a reforzar la idea de la democracia e incluso a fomentar la consolidación de un nacionalismo que fortalece el estado, en el período republicano la idea de la raza única mestiza era un arma de defensa contra otros elementos que podían fragmentar los nuevos estados latinoamericanos por medio de esta se buscaba fortalecer los países emergentes al estilo de las naciones europeas.
Sin embargo esta visión de mestizaje ha adquirido según Peter Wades una imagen que se acerca más a aquella proyectada por la raza blanca y se ha intentado alienar a la raza indígena y aún en mayor medida a la negra.
Es así importante vaciar el término mestizaje de su discurso riguroso, científico, voluntarista, frío incluso, sobre todo cuando su objetivo no reconocido intenta cruzar una raza con otra para mejorar aquella que tiene menos valor Se puede fácilmente deducir que aquí una de las dos razas debe difuminarse bajo las cualidades del otro, lo que lleva a matar el encuentro, en aquello que ésta tiene de más molesto, de imprevisible, y puede ser de más hermoso: la insostenible adición de los seres.
Es decor, en principio indios y españoles solo deberían vincularse en función de la evangelización de las almas y de la explotación de los cuerpos en beneficio de la metrópoli. La Corona no veía con buenos ojos a los criollos y, menos aun, a los mestizos. Eran percibidos como competidores potenciales por el excedente económico producido por la servidumbre indígena. Cuanto mayor fuese su número tanto menores serían las remesas enviadas a España. De ahí la reticencia de la Corona para autorizar la emigración hacia las Indias.
Si fuéramos a hacer una historia del racismo en el Perú tendríamos que distinguir tres etapas. La primera corresponde a la Colonia, cuando el racismo tiene una fundamentación religiosa. La invasión del Tahuantinsuyo y las victorias militares ulteriores fueron seguidas por la evangelización, que fue en realidad una colonización del imaginario de los hombres andinos. En verdad lo que vino a estas tierras debe llamarse una versión degenerada o corrupta del mensaje evangélico. En efecto, la fundamentación religiosa del colonialismo implicó proclamar una desigualdad radical entre los seres humanos, es decir una afirmación anticristiana. Desde los púlpitos se representó una realidad en la que de un lado estaban los españoles, los que habían conservado la creencia en el Dios verdadero, y, del otro, los indios que no solo se habían olvidado de Dios sino que se habían dejado tentar por las huacas y demonios para adorar al sol, las estrellas y demás ídolos. Entonces, los indios resultaban culpables de una suerte de pecado original" que no era común a toda la humanidad, sino privativo de su raza. Este pecado original, la idolatría, implicaba una culpa, un estar en deuda. Entonces, la redención pasaba por un renegar del demonio, la aceptación sumisa de la dominación permitiría ir expiando con dolor los males cometidos. La idolatría de los indios habría enojado a Dios y los instrumentos de su furia eran los españoles.